Vera es una joven psicóloga, que además de abrirnos las puertas de su
consulta, también nos abrirá las puertas de su corazón.
Se
me hace difícil encasillar a estos libros en un solo género
"autoayuda", también podríamos decir que pertenecen al género de
"novela romántica".
Gracias
Enia, por traerme los libros aún calentitos. Sabías que estaba ansiosa por
perderme entre sus páginas en busca del que ha sido para mí, un
sorprendente y acertado final.
SINOPSIS
Vera continúa
acompañando a sus pacientes en su itinerario del día a día. Las personas que
acuden a su consulta buscan herramientas para paliar el sufrimiento al que se
ven sometidos, pero ella no le da prioridad al motivo que los lleva a sufrir sino a la forma de gestionar ese sufrimiento. Como psicóloga, les ofrece las
claves necesarias para que puedan adquirir una actitud positiva y de resiliencia
ante la vida, se enfrenten a sus propios retos y disminuyan por tanto, el
sufrimiento por el que acuden a su consulta.
Además de psicóloga,
Vera es una mujer del siglo XXI, moderna, independiente y con una fuerte
inquietud por crecer a nivel personal. A pesar de tener un espíritu positivo y
aventurero, de intentar ser ella misma y liberarse de sus prejuicios, se enreda
en sus propias trampas mentales, como todos lo hacemos. Vive cada caso al que
se enfrenta como una oportunidad de aprendizaje vital.
En mi silencio es la tercera parte de la Trilogía del silencio y junto a El silencio de las plantas y El silencio del pasado el lector podrá emprender un viaje de emociones en el que los pacientes se descubren a sí mismos gracias a su psicóloga y la psicóloga se descubre a sí misma gracias a sus pacientes. Finalmente los lectores tendrán la oportunidad de redescubrirse a sí mismos a través del crecimiento personal de cada uno de ellos.
LA AUTORA
Enia Ruiz de Castroviejo Álvarez |
MIS IMPRESIONES
Como todo en la vida, la historia de
Vera ha llegado a su fin.
Se puede apreciar a través de los
libros la positiva evolución de la autora. Cómo su pluma ha ido ganando confianza
y soltura. Cómo ha ido creciendo con sus libros.
Sus personajes son de esos de los
que te cuesta trabajo separarte. Tenéis que conocer a Vera, la protagonista, una
psicóloga a la que me alegro de haber
tenido la suerte de conocer. Una gran profesional con carisma, gran sensibilidad
y una calidad humana excepcional. Ella nos abrirá la puerta de su consulta,
para llevarnos de la mano despertando al mundo de forma paralela a la de sus
pacientes. Nos adentraremos en historias que nos harán reflexionar y
encontrarnos con nuestros anhelos, miedos y frustraciones. Historias ajenas que
nos ayudarán a comprendernos, a perdonarnos, a respetarnos y a querernos más. Nos hará disfrutar también con la vida de Vera
fuera de su consulta, de la relación con su familia y sus propios sentimientos.
Me ha divertido enormemente la relación de Vera con sus alocadas hermanas. Y
sobre todo me ha enganchado su forma de interiorizar los problemas de sus pacientes, para
llevarlos a su terreno y convertirlos en enseñanzas para gestionar sus propias
emociones.
Todo ello disfrutando de la
maravillosa compañía de la música, que forma un tándem perfecto con las
palabras, y elevan nuestro disfrute y conexión interior convirtiéndolo en una
experiencia de lo más reconfortante.
Sin duda, es una trilogía para disfrutar
en silencio y soledad. Para conectar con nuestro yo más profundo.
Desde aquí, felicitar a la autora
por la trilogía y por el sorprendente final. Pero sobre todo gracias por
invertir su tiempo en deleitarnos con sus pensamientos, vivencias y
sentimientos más íntimos. Me consta que al compartir profesión con la
protagonista, un pedacito de ella va en esta trilogía. Gracias Enia.
¡Ah! No puedo dejar de alagar las bonitas portadas de los tres libros.
En definitiva, si aún no conocéis esta trilogía os recomiendo su lectura 100%.
MIS REFLEXIONES
Como decía, Enia, a través de Vera nos abre las puertas de la consulta de
un psicólogo, y nos muestra de cerca el lado más frágil y vulnerable del ser
humano.
Nos acerca a problemas cotidianos que despiertan sentimientos como la
ira, la culpa, el miedo, la frustración, la insatisfacción, la tristeza, el fracaso,
la soledad, la desconfianza, la envidia, el desamor, la ambición… Seguro que
cualquiera de nosotros nos veremos identificados con algunos de esos sentimientos negativos con los que habremos tenido alguna que otra pelea interna a lo largo de
nuestras vidas.
Vera te hace ver lo importante que es abrirnos a los demás, compartir
nuestras angustias con las personas que nos rodean, pero sobre todo, la
importante labor de los psicólogos, que están para escucharnos y reconducir esos
sentimientos para poder enfrentarlos y superarlos.
Pienso que en estos momentos tan difíciles, que por desgracia, nos ha tocado vivir, es de vital importancia
tener la mente clara y la mayor resistencia para que la situación no nos supere.
En estos momentos, si sentimos que no podemos con todo, quizás sea el momento de
poner una Vera en nuestras vidas.
MIS FRASES
“A veces nos dejamos atrapar por un estado de languidez
que nos va silenciando y que enmudece nuestra capacidad de sentir”.
“Ayudar es algo más que dar una palmadita en el
hombro, implica despojarte de tus miserias e intereses para centrarte en los
problemas de los demás, conlleva sacrificio, entrega, y exige escuchar”.
Y ahora os dejo que me espera Franziska en «La mansión».